domingo, 1 de octubre de 2017

A vueltas con la independencia: una conclusión post 1-O



Si la semana pasada analizaba la situación, esta semana me parece consecuente analizar los resultados. Escribo un poquito más tarde de lo que lo hacía últimamente porque he estado al tanto de las noticias hasta hace unos instantes. Ya me perdonaréis que no ponga fotos esta semana, pero creo que estamos ante una situación bastante seria y este formato es ligeramente más formal que Twitter y sus memes (por ejemplo).

Mi veredicto es que ha ganado…

[Redoble de tambores]

CATALUÑA

Y la semana pasada escribía esto, veamos hasta qué punto puedo ver el futuro:

Mi porra para el 1-O.
Habrá poca participación y mayoritariamente votantes del SI (¿a alguien le cabe duda?). Los resultados darán una abrumadora victoria a los independentistas, quitará importancia a la baja participación excusándose en la represión de las fuerzas policiales y su discurso será el de un vencedor. Por otra parte, España centrará su discurso en la carencia de validez debido a la poca participación, la anticonstitucionalidad que lleva repitiendo todo el rato y utilizará también un discurso de vencedor.
Conclusión: ambos contendientes se dirán vencedores, ninguna asumirá los errores que han cometido a lo largo de este "tira y afloja" y todo esto sólo habrá servido para empeorar una relación ya de por si viciada.

Después de informarme en televisión, redes sociales e incluso visitando Forocoches, puedo decir que no me equivoqué en el análisis. Si entramos en matices, podemos incluso llegar a pensar que me quedé corto en mi predicción, visto lo visto. Las dos posturas están enrocadas en sus posiciones que glorifican su propio trabajo y no hay quien les saque un mínimo de autocrítica.

 Los mensajes oficiales del Estado (tanto el de Soraya como el del propio Rajoy) han sido de un completo esperpento que ha pervertido las raíces de la palabra "democracia". La negación de la realidad e incluso las muertas de orgullo ante lo que ha ocurrido han sido tan espectaculares que me hace pensar hasta qué punto saben nuestros políticos lo que ocurre en su propio país.

Y digo que ha ganado Cataluña, no porque lo haya hecho especialmente bien (que muchas veces la acción de votar ha sido un “sálvese quien pueda” y un “todo vale”), sino porque el gobierno central lo ha hecho ESPECTACULARMENTE mal. Pero no sé qué me esperaba, si desde el inicio llevaba una estrategia nefasta.

Desde el momento en el que salen fotografías de ancianos sangrando con brechas en la cabeza porque los policías los han reprimido brutalmente, ya has perdido. Da igual que hubieras tenido hasta ese punto toda a razón, desde el momento en el que usas las fuerzas del Estado para reprimir a jubilados, estás jodido. Al PP le ha salido el tiro por la culata, todo el mundo ha empatizado con la causa catalana por el simple hecho de verlos siendo reprimidos.

La prensa internacional se ha hecho eco de esas fotos y, desde mi punto de vista ha sido un ataque bajo la línea de flotación al PP que ha ensuciado la imagen de España en el plano internacional. Los políticos de primera fila extranjeros se estaban llevando las manos a la cabeza por las redes sociales. Pero todos sabemos que a Rajoy le va a dar igual. Porque quiero pensar que todo esto no estaba en sus planes y no era tan sumamente retorcido como para haber planeado todo este sindiós.

Mañana en el Congreso a saber cómo se prepara la jornada. Indudablemente movida: se ha abierto una brecha en las relaciones políticas y sociales de este país por culpa de la cabezonería de ambos contendientes y la brutal represión de uno de ellos.

Somos el hazmerreir de Occidente, pero a estas alturas pienso que en eso consiste la Marca España.


¿No?

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