domingo, 27 de abril de 2014

San Jorge, un santo políticamente correcto



Escribo esto mientras me tomo el obligado té de media tarde aunque cuando acabe esto será bien entrada la noche y carezca de sentido dicha información. El día 23 de abril se celebra San Jorge, patrón de Aragón y Cataluña (entre otros), regalando un libro y una flor. Se celebra de dicha forma porque es que no queda políticamente correcto celebrar San Jorge matando un moro, por muy históricamente fidedigno que sea.

Actualmente la Iglesia católica no le ve con buenos ojos y cuestiona que deba considerarse santo, pero tiene una amplia cantera de seguidores en la Europa Mediterránea. España (en concreto los antiguos territorios de la Corona de Aragón) es su sector incondicional ya que San Jorge, a pesar de ser natural de Capadocia, parece que tenía especial predilección por aparecerse por tierras aragonesas.

San Jorge matando una especie de serpiente gorda con alas

domingo, 6 de abril de 2014

De sexo y romanos


Los romanos eran maestros de las excentricidades sexuales. Desde el punto de vista de la moral cristiana extendida por occidente, sus costumbres relativas al sexo nos parecen costumbres fuera de lugar. La naturalidad con la que se exhibía el pene en la cultura romana es chocante para la pudorosa cultura cristiana, en la que todo lo relativo al cuerpo es un tema tabú.

Y no me estoy refiriendo solamente al sexo: en las ciudades romanas eran normales las letrinas públicas porque aparte de ser un lugar en el que cagar era un lugar en el que cerrar negocios, comentar chascarrillos o simplemente sociabilizar. Para los romanos no hay nada entraño en que dos extraños caguen codo con codo de la misma forma que hoy en día no hay nada extraño en sentarte al lado de un completo desconocido en el autobús.

La sociedad romana era extraordinariamente abierta en cuanto a orientación sexual, prostitución y adulterio. Desde representaciones fálicas o vajillas con escenas picantes hasta la propia mitología, todo tenía reminiscencias de una escandalosa sexualidad activa. Sin ir más lejos, ojead la entrada relativa a San Valentín para haceros a la idea del tipo de religiosidad romana.

El trenecito romano del amor. Próxima parada: tu cama.