Un domingo más, toca hablar de cosas de historia, en
concreto del Sexenio Democrático. O Sexenio Revolucionario, todo depende de lo
conservador que fueras en aquella época y la facilidad de que te llevaras las
manos a la cabeza.
Aunque se divide en tres etapas menores diferentes,
oficialmente inicia en septiembre de 1868 (con La [revolución] Gloriosa) y
finaliza en 1874. Seis años. Sexenio. Fácil ¿no? Pues estos seis años son los
que fundamentan los prejuicios que hacen que odie el siglo XIX español. Porque
son seis años de fechas, nombre, caos e inestabilidad política.
Progresistas y demócratas se unen mediante el Pacto de
Ostende para derribar a Isabel II, que favorecía demasiadas veces al partido
moderado. Más adelante se les une el General Serrano y el partido de Unión
Liberal. Todos ellos creían que Isabel II había dejado de ser la reina que
representaba a todos los españoles para ser únicamente la reina del partido
moderado. Y además, Isabel II era un poco facilona (no ayudaba a mejorar la
imagen el que tuviera una colección de amantes nada disimulada) y por aquel
entonces la monarquía estaba en entredicho.
Isabel II, por raro que parezca era considerada sexy en la época. Otra de las razones para odiar el siglo XIX.