domingo, 21 de septiembre de 2014

Características del antiguo régimen



Voy a poner en negrita las que considero las características clave, para que sean más fáciles de ver en una primera lectura porque este me parece uno de los puntos más etéreos y abstractos que he visto en la vida. No sé cómo pueden preguntar algo así en selectividad.
Cuando hablamos del “Antiguo Régimen” nos referimos al conjunto de elementos socioculturales  que caracterizan al periodo inmediatamente anterior a la Revolución Francesa, el liberalismo y la industrialización.

Sencillo ¿verdad? Pues no lo es tanto. Pongamos por ejemplo de España: ¿El Antiguo Régimen acaba en 1789, con la Revolución Francesa? ¿Acaba con la invasión napoleónica en 1808? ¿Acaba con el liberalismo de Isabel II? Porque, si nos ponemos, el Vaticano sigue siendo Antiguo Régimen en toda regla.

El gobierno más característico del Antiguo Régimen es la monarquía absoluta, con la Iglesia como uno de sus principales apoyos y legitimadores. Es más, en el Antiguo Régimen la Iglesia tiene un peso excepcional en la vida pública a nivel local y a nivel nacional, controlando las relaciones sociales, la moral e incluso determinadas actividades económicas.
A alguien le debió parecer gracioso darles plenos poderes a un señor en mallas y peluca. Yo no juzgo, pero borracho he tenido mejores ideas .
La segunda de esas características bien podría ser la hegemonía religiosa en todos los niveles de la vida cotidiana. Miraras donde miraras, en el Antiguo Régimen estaba la Iglesia: nada más nacer te bautizaban quisieras o no, no existían los matrimonios civiles, tenías que pagar diezmos y otros impuestos, si vivías en una ciudad probablemente el alquiler se lo pagabas al arzobispado de la diócesis, si eras un vasallo de señorío eclesiástico estabas bajo jurisdicción eclesiástica…

Porque la Iglesia tenía tanto peso como los nobles y el tercer estado, lo cual nos lleva a la tercera característica del Antiguo Régimen: las Cortes. A falta de una división de poderes y un Parlamento en el que aprobar las leyes, válidas eran las Cortes para reunir a representantes de los tres cuerpos que tradicionalmente constituían un Estado (de la división medieval entre bellatores, oratores y laboratores).

Esto podría estar pegado por la calle si no hubiéramos superado el Antiguo Régimen.

Así, en líneas generales, las Cortes servían para que nobleza y clero se dieran de la mano y se dijeran lo mucho que se quieren mientras el tercer estado apechugaba con los tributos y otros deberes, que para algo no era el estamento privilegiado. Así que podríamos concluir que una sociedad estamental y rígida también es característica del Antiguo Régimen. Los diferentes estamentos estaban definidos por la desigualdad jurídica de grupos y no siempre “privilegio” era sinónimo de “riqueza”, había nobles empobrecidos que envidiaban la riqueza de burgueses y había burgueses humildes que envidiaban la alta cuna de los nobles.

Los grandes patrimonios están en la agricultura, principal actividad económica del Antiguo Régimen, monopolizada por los grandes señores provenientes de la nobleza y los estratos superiores de la jerarquía eclesiástica. Lo campesinos, que no tenían acceso a la tierra eran la espina dorsal de la sociedad ya que los señores preferían gandulear en la comodidad que da vivir de las rentas. Si quieres completar la visión de los diferentes modos de señorío, léete esta entrada.

"Que trabajen los demás" debía ser el lema del Antiguo Régimen. Así yo también me hago terrateniente.

Si, bueno, hay algunas actividades económicas artesanales y comerciales, pero con unas vías de comunicación bastante precarias (desde que no había romanos el término “carretera” era bastante libre), el intercambio era bastante tortuoso. Un intercambio sencillo a media distancia era posible, pero a los caminos que había que recurrir eran tan placenteros como mil patadas en la entrepierna y que no te garantizaban que los bienes fueran a llegar a su destino.

Además, para complicar un poco más la cosa, el Antiguo Régimen tiene una pirámide demográfica característica, con muchísima base para representar los numerosos nacimientos y estrechándose conforme la edad avanza señalando las dificultades para alcanzar edades longevas para la población.


Así que realmente no hay un punto nítido en el que se acabe el Antiguo Régimen y se alcance la época contemporánea, son muchos pasos que se van dando de forma natural. Lo único en lo que todos los historiadores coinciden es en situar a la Revolución francesa como el origen de todo lo que derribaría el Antiguo Régimen: democracia, liberalismo, laicismo…

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