domingo, 3 de febrero de 2013

España fue fundada por arrianos regicidas



He acabado los exámenes y (por ahora) las notas que me han dado han ido bien, aunque me esperaba un poco más en alguna ocasión, no ha habido problemas para aprobar por ahora.

En otro orden de cosas: Obviamente el titulo de esta entrada es una exageración pero quedaba bien y quién no haya exagerado alguna vez en su vida que levante la mano.

Si hacemos caso a la historiografía tradicional, los godos que suplantaron al decadente Imperio Romano de Occidente se dieron un paseo por la Península Ibérica para fundar una cosa nueva llamada España. Esta España, que por supuesto no había sido fundada por tartesos (haciendo llorar de rabia e impotencia a Schulten), fue brutalmente invadida por los islamistas en 711 que destruyeron nuestra Unidad de Destino en lo Universal hasta que Don Pelayo rescato esa tradición de fundar España. Si hacemos caso a la historiografía tradicional, los godos fueron la primera monarquía española.

Chindasvinto, Recesvinto y Égica, no te puedes enfadar con ellos porque se les ve en la cara que son buenas personas

Una monarquía electiva en la que en vez de votar con papeletas se solía hacer con espadas y en vez de urna estaba el cuerpo del contrincante electoral. De esta forma podemos deducir que los godos les gustaba dejar clara su decisión electoral metiendo varios palmos de acero en la caja torácica (independientemente por delante o por detrás) del contrincante.

Ese detalle hizo que la lista de los reyes godos sea tan  extensa. Treinta y tres desgraciados en apenas trescientos años nos da una media de vida de nueve años más o menos por cada monarca. Aunque había reyes como Chindasvisto que murieron por causas naturales propias de la vejez, tenemos otros como Sigerico que solo duró una semana en el trono para contrarrestar.

Sigerico, parece que la idea de descansar el fin de semana se la tomo de forma demasiado drástica. "Reynó algunos dias", tócate los cojones.

Pero a lo que íbamos. Estos reyes que fueron pregonados como fundadores de España eran de religión arriana. No sé que pensarán los Reyes Católicos, pero sería divertido ponerlos a todo en el plató de Sálvame que seguro que a más de un espectador se le regeneraban las neuronas y en el mejor de los casos se aliaban para matar al engendro demoníaco de la Esteban.

Apréndetelos, no sirve para nada pero si los dices muy deprisa suena como si estuvieras cabreado.


Resulta irónico que uno de los países más católicos, un país que siempre ha sido más papista que el Papa, fuera fundado por católicos herejes. Pese a los testimonios magnificados de los primeros cristianos (los Innumerables mártires de Zaragoza, no fueron tan innumerables porque se pudieron numerar: fueron 18). En la Hispania romana el cristianismo convivió con el culto imperial y los dioses clásicos romanos hasta bien entrado el siglo III d.C.

Del 410 al 507 nos encontramos al Reino Visigodo de Tolosa (obviamente arriano), que mantiene una dependencia de Roma hasta que a Odoacro le da la turruntela y depone al pobre Rómulo Augústulo (genial ironía la de estos germánicos . Con el destronamiento del niño que llevaba el nombre del fundador y el primer emperador romano, el Reino de Tolosa se  escinde del cadáver marchito y maltratado del Imperio Romano. Posteriormente, los francos desplazaron a los visigodos y los expulsaron más allá de los Pirineos, a Hispania.
Los visigodos, despechados y derrotados se concentraron en conquistar los territorios bizantinos en lo que hoy por hoy es Murcia y el sur de Andalucía. ¿Bizantinos? Si, bizantinos en la Península Ibérica, la llamada Provincia de Spania. Y como no eran demasiados porque Bizancio tenía sus propios problemas de los que defenderse en el este, no pudieron hacer frente a los godos.

Ni los Pirineos podían con el poder de los visigodos. Aunque los francos si, los francos les dieron cera.

También recibieron lo suyo los suevos, un pueblo bárbaro que se había afincado en el norte peninsular y que por supuesto, discrepaba territorialmente con el recién creado Reino de Toledo.  San Isidoro de Sevilla nos cuenta lo que hizo Leovigildo: «que afrontó los problemas con los suevos, los pueblos del norte y los bizantinos, devolviendo la grandeza al reino visigodo».

Y los bizantinos no eran turistas que venían en crucero por el Mediterráneo, precisamente.

A la muerte de Leovigildo le sucedió Recaredo. Recaredo no fue tan guerrero como su predecesor y mostró una simpatía por el cristianismo (que era minoritario pero importante entre los propios godos). Después de celebrar en Toledo un sínodo con las principales autoridades religiosas arrianas se decidió la conversión de rey y por lo tanto del cambio de la religión oficial al catolicismo romano. Bye, bye arrianismo.

Siendo estudiante de Zaragoza y hablando del periodo visigodo, no puedo dejar de mencionar a San Braulio, buen cristiano y mejor persona.


Sin embargo el arrianismo siguió muy arraigado en el norte peninsular y en la Septimania, como así puntualizan los alarmantes textos recogidos en los sucesivos Concilios de Toledo.

Y así es como, mediante una entrada de blog anónima, cuestiono los pilares religiosos de España. Otro día os contaré como la tumba de Santiago Apóstol (eje fundamental de la religiosidad medieval en la Europa occidental) es en realidad la presunta tumba de un obispo hereje muy querido en el norte español llamado Prisciliano y cuyo culto perduró desde el s. IV hasta casi el s. VIII.

No podía resistirme a hablar de godos sin poner un huscarle. Los que me entiendan me entenderán.


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