viernes, 31 de agosto de 2012

La noche en la que me volví loco (y van dos)


Si te perdiste la primera parte, aquí la tienes

Como podrás adivinar, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Yo tropiezo con gusto y todo, parece ser, a la vista de los resultados.


Si la otra ocasión fue un pronto puntual, una alocada compra fruto de un día extraño en el que tire la casa por la ventana, esta vez ha sido una sesuda partida de ajedrez en comparación. Comparación de precios en varias tiendas online, en Ebay, gastos de envío cotejados, tasas impositivas calculadas a parte… todo un despliegue aritmético al que no estaba acostumbrado desde que decidí meterme por la rama de las humanidades.

¡Hasta tuve que hacer varios presupuestos para que mi madre aprobara uno antes de poder hacer la compra en sí!


Poco a poco voy completando el traje medieval: esta vez sumo las botas, túnica, cinturón y capellina de tela entre otras cosas. Además de, como se ve en las fotos, una bonita lanza de dos metros para mantener a cualquier enemigo bien lejos. 










Si, me gusta hacer el friki en mi jardín vestido de medieval. Los vecinos flipan de lo lindo.



1 comentario:

  1. Buala!! como mola!! cuanto te ha costado la broma???? QUIERO MIL!!

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